Ser dueños de una matriz:
Las empresas quieren soluciones a sus problemas, estas soluciones a veces tienen forma de ficha. Una empresa quiere fichas con diversos diseños y variedad de colores.
Si fueran por el camino tradicional, deberían hacer una matriz de inyección de plástico. Pero además del costo y el tiempo para hacer una matriz, ¿para qué la quieren realmente?
Una vez hechas las piezas no la tendrían que usar más. Tampoco todas las empresas tienen inyectoras, ni tendría sentido almacenarla por años hasta que se arruine.
¿Vale la pena encargar una matriz por tan pocas piezas y luego ser dueños de una matriz sin sentido? No.
Este es otro ejemplo de cómo la impresión 3D cambió la modalidad tradicional de fabricación. Evitando costos extras del proyecto y ser dueños de cosas que no necesitamos.